17.11.09

Arriesgar


Caminando, de pronto sin darte cuenta tropiezas.
– paf!! –
una piedra que no habías visto por estar pendiente del paisaje y no del camino mismo te hace caer.
consecuencias de esto: dolor, una pierna que pide atención, una herida implorando alcohol, un buen parche y tu pidiendo que los días pasen para que la herida cicatrice.
Te haces a un lado del camino. Tu objetivo tendrá que esperar, ya que necesitas encontrar una farmacia o algún hospital donde te puedan prestar ayuda. Es por ello que tomas otro camino en busca de la cura para luego proseguir y retomar lo que aquel tropiezo desvió.
Justamente hay un buen pueblo que te acoge y encuentras las comodidades necesarias para sanar.
Te vales de los materiales necesarios para limpiar la sangre que produjo el incidente o … accidente. Alcohol, tijeras, gaza, parches, pomadas, cremas, etc.. y luego, sólo queda esperar.
Con el tiempo la herida y el dolor van desapareciendo. La cicatriz se va volviendo cada vez más leve, la gente del pueblo te ha tratado bastante bien y te sientes en condiciones de volver a retomar tu caminata original.
Cuando llegas al lugar del incidente para reiniciar tu caminar y retomar tu objetivo agradeces la acogida de aquel pueblo y el cuidado que te dieron… miras el camino pedregoso, aquel en el cual encontraste aquella piedra y entonces dudas.
A tus espaldas el pueblo te mira con un aire de nostalgia, y tu de pronto sintiendo que quisieras pertenecer a él - ¡por lo menos es un lugar seguro! distinto a este camino que debes caminar si quieres llegar al que realmente es tu pueblo.
- ¿y si vuelvo a tropezar, si vuelvo a sangrar y otra herida se abre? - Es cierto, esta vez estás advertido que hay piedras traicioneras en el camino y que debes caminar más atento, pero aún así la idea de quedarte en aquel pueblo se vuelve tentadora.
¡no! ¡imposible no arriesgar! este no es tu pueblo, no perteneces a él y aunque el camino pedregoso te complica, sientes que debes caminarlo para poder ir a casa, ahí donde está tu lugar. ¡Es necesario volver al camino!
¿Si caes nuevamente?... siempre habrá lugares donde puedas encontrar alivio, no estarás solo.
Debes volver a caminar y sabes que la posibilidad de volver a tropezar o que te empujen existe, pero es una posibilidad y no es la realidad…
por un lado tienes seguridad, pero por el otro el riesgo y la exposición - ¿caminar expuesto o sentarme en una casa del pueblo y sentirme seguro? - sin embargo sabes que no puedes actuar bajo la influencia del temor... piensas… sientes… decides.
De pronto miras hacia el pueblo que te acogió durante el tiempo de la herida, le agradeces a su gente. Vuelves la cabeza hacia el camino pedregoso y te decides a volver a retomar tu trayecto original, puesto que sabes que es lo mejor.
das un paso, luego dos y así comienzas a arriesgar.

1 comentario:

SHROUD OF TURIN dijo...

Bueno, la verdad es una muy buena reflexion. Es muy alentador contar con personas que sientan ese deseo de ayudar a muchas personas.
Gracias por compartir.
Te seguiremos de cerca