6 de Mayo
Celebrando quien soy
Nota: esto lo redacté el 6 de Mayo, pero lo había perdido. Hoy, revisando unos documentos lo encontré y pensé que sería interesante re-incluirlo (siendo éste mi “díario virtual”).
Ese día es importante en mi vida y en la de mis amigos, ese día celebro mi cumpleaños. Ayer (5 de Mayo), festejamos de manera anticipada mis 24 años. Fue una pequeña celebración donde nos reunimos todos los miembros de la comunidad; los estudiantes Nicolás (2º año), Carlos y Victor (1º año); y los sacerdotes P. Edwin, P. Tomás. Además tuvimos de invitados a Hno Paul y un joven que participa en la obra de hogar de menores de nuestra congregación, Sebastián, quien también está de cumpleaños el 6 de Mayo.
Sin duda han sido 24 años que me han ido formando poco a poco. Viví con mis abuelos cuando era pequeño, ellos me transmitieron muchos valores y mañas, me enseñaron a rezar e ir a la misa, a ser responsable y comprometido. Luego, a los siete años mis padres se encargaron de guiarme, y me enseñaron el valor de la amistad, la honestidad y el aprecio por mis raíces.
Este tiempo ha sido especial para mí. Mirando mi historia, recuerdo los grandes momentos de alegría vividos con mis abuelos. Las imágenes de una gran comunidad entre primos y tíos vienen y van en mi cabeza. Aquellos años también fueron de mucha pobreza material, de carencia. Muchas veces vi a mi abuelo esforzándose para poder sacar adelante nuestra comunidad.
Luego con mis padres mantengo recuerdos gratos de paseos por el centro de Santiago, de nuestra participación en la Iglesia y nuestra vida en el campo. Fueron años muy lindos, mas no exentos de dificultades. Mi madre trabajando como asesora de hogar y mi padre como jardinero, muchas veces no pudieron cubrir a sus dos hijos. Llevamos una vida sencilla y sin grandes pretensiones. Mis padres me han apoyado en mis “locuras”, han sido el motor que me ha impulsado hacia el crecimiento, ellos me apoyaron y trabajaron mucho cuando yo fui a Estados Unidos de intercambio. A mi regreso me apoyaron en la Universidad y luego en mis otros estudios. Me han dado afecto, quizás no como ellos y yo hubiésemos querido, pero ha sido un amor incondicional.
Estas y tantas otras imágenes vienen a mi mente. Cuando estuve en crisis de fe, llegó la persona que significa mucho para mi, mi ex polola Cecilia. Ella me involucró en un mundo de esperanza, justicia y amor. Desde su realidad protestante me mostró a un Dios que ama infinitamente y es universal.
Revisando todos estos recuerdos y tantos más que conservo en mi corazón, logro ver pequeñas luces de mi misión. Nuestra historia personal; las situaciones que vivimos (experiencias), alegrías y tristezas traen repercusiones en nuestra vida. Creo que las fortalezas y debilidades formadas desde mi infancia se manifiestan hoy en día en una vida que opta por Dios, la pobreza y la desigualdad. Se puede entender del mismo modo mi comprensión por el ecumenismo y la dignidad de la mujer. Y no es una compensación como lo podría pensar la psicología, sino que es una semilla que el Padre ha sembrado desde el primer día de gestación, desde mi primer segundo de vida.
Hoy celebro mi cumpleaños (24 años de vida), pero también he decidido celebrar los 23 anteriores porque comienzo a comprender que mi historia está inserta en un plan divino y Dios con todo su amor se manifiesta en mi vida con aires nuevos.
Celebrando quien soy
Nota: esto lo redacté el 6 de Mayo, pero lo había perdido. Hoy, revisando unos documentos lo encontré y pensé que sería interesante re-incluirlo (siendo éste mi “díario virtual”).
Ese día es importante en mi vida y en la de mis amigos, ese día celebro mi cumpleaños. Ayer (5 de Mayo), festejamos de manera anticipada mis 24 años. Fue una pequeña celebración donde nos reunimos todos los miembros de la comunidad; los estudiantes Nicolás (2º año), Carlos y Victor (1º año); y los sacerdotes P. Edwin, P. Tomás. Además tuvimos de invitados a Hno Paul y un joven que participa en la obra de hogar de menores de nuestra congregación, Sebastián, quien también está de cumpleaños el 6 de Mayo.
Sin duda han sido 24 años que me han ido formando poco a poco. Viví con mis abuelos cuando era pequeño, ellos me transmitieron muchos valores y mañas, me enseñaron a rezar e ir a la misa, a ser responsable y comprometido. Luego, a los siete años mis padres se encargaron de guiarme, y me enseñaron el valor de la amistad, la honestidad y el aprecio por mis raíces.
Este tiempo ha sido especial para mí. Mirando mi historia, recuerdo los grandes momentos de alegría vividos con mis abuelos. Las imágenes de una gran comunidad entre primos y tíos vienen y van en mi cabeza. Aquellos años también fueron de mucha pobreza material, de carencia. Muchas veces vi a mi abuelo esforzándose para poder sacar adelante nuestra comunidad.
Luego con mis padres mantengo recuerdos gratos de paseos por el centro de Santiago, de nuestra participación en la Iglesia y nuestra vida en el campo. Fueron años muy lindos, mas no exentos de dificultades. Mi madre trabajando como asesora de hogar y mi padre como jardinero, muchas veces no pudieron cubrir a sus dos hijos. Llevamos una vida sencilla y sin grandes pretensiones. Mis padres me han apoyado en mis “locuras”, han sido el motor que me ha impulsado hacia el crecimiento, ellos me apoyaron y trabajaron mucho cuando yo fui a Estados Unidos de intercambio. A mi regreso me apoyaron en la Universidad y luego en mis otros estudios. Me han dado afecto, quizás no como ellos y yo hubiésemos querido, pero ha sido un amor incondicional.
Estas y tantas otras imágenes vienen a mi mente. Cuando estuve en crisis de fe, llegó la persona que significa mucho para mi, mi ex polola Cecilia. Ella me involucró en un mundo de esperanza, justicia y amor. Desde su realidad protestante me mostró a un Dios que ama infinitamente y es universal.
Revisando todos estos recuerdos y tantos más que conservo en mi corazón, logro ver pequeñas luces de mi misión. Nuestra historia personal; las situaciones que vivimos (experiencias), alegrías y tristezas traen repercusiones en nuestra vida. Creo que las fortalezas y debilidades formadas desde mi infancia se manifiestan hoy en día en una vida que opta por Dios, la pobreza y la desigualdad. Se puede entender del mismo modo mi comprensión por el ecumenismo y la dignidad de la mujer. Y no es una compensación como lo podría pensar la psicología, sino que es una semilla que el Padre ha sembrado desde el primer día de gestación, desde mi primer segundo de vida.
Hoy celebro mi cumpleaños (24 años de vida), pero también he decidido celebrar los 23 anteriores porque comienzo a comprender que mi historia está inserta en un plan divino y Dios con todo su amor se manifiesta en mi vida con aires nuevos.
2 comentarios:
OoOla
oooye me gustó el blog... no me había dado el tiempo pa leerlo ...
lo voy a ver más seguido ;)
y FELIZ CUMPLE .. un poco atrasado pero vale = :)
... verdad no dije quien soy jaja
...
Cristian de temuco tuve en la últim jornada del verbo hace un tiempo...
no tengo blog .. pero si fotolog jaja pasando el dato
www.fotolog.com/villa_white
ya te dejo ... te felicito por los 24 y por tu blog
nos vemos
bndcioness
chauu
Gracias por el saludo Cristian(aunque atrasado... jejeje).
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