Me encuentro de vacaciones y hace unos días atrás llegué a la ciudad de Iquique, ubicado al norte de Chile (en la primera región). Aquí el paisaje es árido, desertico, pero al llegar a la ciudad es imposible no impresionarse con la vida entre el desierto. Por ahora dejo algo de información sobre la "fiesta de La Tirana" en la que se festeja a la Virgen del Carmen, patrona de Chile y a la cual asistí hace 3 días atrás y que me impresionó... como ahora no tengo mucho tiempo para escribir sólo quiero compartir una información que tomé de www.iglesia.cl
En unos días más pretendo compartir algo de mi experiencia personal sobre mi encuentro con una manifestación religiosa que realmente impresiona, cuestiona y enseña...
..."La Tirana y el embrujo de su fiesta
La Virgen de La Tirana es conocida en todo el mundo cristiano. Con su mensaje atravesó los mares y cruzó las montañas. En países muy lejanos se escucha hablar de leyendas. De un pueblo, donde el desierto florece perdido en la soledad y que a mediados de Julio, con un sol de primavera, se junta para danzar a su reina: “La Tirana”, la Virgen del Desierto. Y cuenta la gente que baja de la cordillera y sube del mar, y llegan a ver la imagen de la Virgen quedan impactados, encandilados por esos ojos negros que brillarán en sus almas para siempre. Esa Virgen del desierto que protege al caminante, auxilia a ese que sufre, da luz a los que no ven, que su senda es el camino y su mirada la luz. Y son esos caminantes que hasta sus plantas se arrastran con la sencillez del humilde y la bondad de quien ama bien. Ella los comprende y con su hábito milagroso calma todas las tristezas y envuelve las amarguras con su manto de amor que cubre toda su tierra. Llegan todos jubilosos De todas partes llegan a venerar a La Tirana. De países cercanos y de otros muy lejanos vienen tantos peregrinos que es difícil de contar. Todos con un mismo anhelo, con un solo deseo: honrar a La Tirana, que es su reina espiritual, destacando nítidamente los Bailes Religiosos con sus vestimentas multicolores. Al arribar al pueblo, al llegar a ese Calvario, comienzo de “La Paz”, cantan con alegría:
“Abránse las calles dennos el camino porque ya llegamos a nuestro destino”
Llegan todos con sus hábitos multicolores tan distintos, pero con un mismo fin: rendirle devoción a la Virgen del Desierto. Así se ve a Promeseros, Gitanos, Cuyacas, Chunchos, Morenos, Pieles Rojas, Chinos y las Diabladas. Contarlos es muy difícil; son más de 172 Bailes que irán a esperar su turno. Cada cual trae su banda, sus danzas, sus bailes y su amor por La Tirana. Llegan por ese camino que está marcado de cruces. Con bombos y tambores, con carpas y vestidos, con todo lo que traen para honrar a la Reina de sus Cantares. Subiendo y bajando cuestas. Felices arriban caminando y en buses hacia su fiesta. Cubiertos de polvo, con hambre, sed y fatiga. Pero nadie probará bocado, ni nadie descansará sin saludar a la Virgen. De rodillas y temblando se acercan a La Tirana. A veces hablando fuerte y otras murmurando. Ante la imagen sagrada, todos se postran orando. Con lágrimas de alegría expresan la dicha inmensa de poder tocar su mando y poder besar sus pies. Así, esta gente sencilla descubre el cielo entre lágrimas. Sus gargantas se anudan al mirar a su Tirana. Hasta la imagen parece cubrirse con la emoción y los ojos de la Virgen parecen ascuas de fuego que se encienden al sentir que le dicen:
“Cansados llegamos buscando a María, por cerros y pampas con toda alegría” ...
“Abránse las calles dennos el camino porque ya llegamos a nuestro destino”
Llegan todos con sus hábitos multicolores tan distintos, pero con un mismo fin: rendirle devoción a la Virgen del Desierto. Así se ve a Promeseros, Gitanos, Cuyacas, Chunchos, Morenos, Pieles Rojas, Chinos y las Diabladas. Contarlos es muy difícil; son más de 172 Bailes que irán a esperar su turno. Cada cual trae su banda, sus danzas, sus bailes y su amor por La Tirana. Llegan por ese camino que está marcado de cruces. Con bombos y tambores, con carpas y vestidos, con todo lo que traen para honrar a la Reina de sus Cantares. Subiendo y bajando cuestas. Felices arriban caminando y en buses hacia su fiesta. Cubiertos de polvo, con hambre, sed y fatiga. Pero nadie probará bocado, ni nadie descansará sin saludar a la Virgen. De rodillas y temblando se acercan a La Tirana. A veces hablando fuerte y otras murmurando. Ante la imagen sagrada, todos se postran orando. Con lágrimas de alegría expresan la dicha inmensa de poder tocar su mando y poder besar sus pies. Así, esta gente sencilla descubre el cielo entre lágrimas. Sus gargantas se anudan al mirar a su Tirana. Hasta la imagen parece cubrirse con la emoción y los ojos de la Virgen parecen ascuas de fuego que se encienden al sentir que le dicen:
“Cansados llegamos buscando a María, por cerros y pampas con toda alegría” ...
2 comentarios:
Algún dia espero ir. Bendiciones.
igual yo kero ir jajajaja..
ojalas seria bkn...
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