He vuelto a escribir después de mucho tiempo en que había estado alejado de todo este mundo de los blogs.
La verdad es que este último tiempo ha sido de reflexión, desiertos, búsquedas nuevas, renovación espíritual y giros inesperados. Al plantearlo de esta forma puede sonar un poco loco o extraño, un tanto melancólico tal vez. Pero ha sido lo opuesto, pienso que este tiempo ha sido el más hermoso que el Señor me ha regalado para seguir caminando detrás de él con alegría.
Hoy estuve haciendo un recorrido por estos casi cuatro meses de ausencia en este, el blogpad, y me siento listo para seguir compartiendo mi vida con los amigos cercanos y con los que vayan saliendo al encuentro en el camino.
Estoy agradecido del Señor por este "silencio" que me ha regalado. Sin lugar a dudas Él nos ama más que nadie en el mundo y espera impaciente nuestra respuesta llena de hambre y sed de Dios.
Mis hermanos y hermanas, que este Dios de la Vida les bendiga enormemente y les anime en sus trabajos pastorales, en sus búsquedas vocacionales, discernimiento, trabajos, estudios.
Sepan que tienen aquí un hermano servidor que ansía enormemente que sus vidas sean fecunda, llena de la Gracia del Señor.
Pronto retomaré mis reflexiones, y comentarios que publicaré en mi blogpad como he decidido llamarle.
Un abrazo en el Verbo que se hace pequeño para alimentar el mundo.
La verdad es que este último tiempo ha sido de reflexión, desiertos, búsquedas nuevas, renovación espíritual y giros inesperados. Al plantearlo de esta forma puede sonar un poco loco o extraño, un tanto melancólico tal vez. Pero ha sido lo opuesto, pienso que este tiempo ha sido el más hermoso que el Señor me ha regalado para seguir caminando detrás de él con alegría.
Hoy estuve haciendo un recorrido por estos casi cuatro meses de ausencia en este, el blogpad, y me siento listo para seguir compartiendo mi vida con los amigos cercanos y con los que vayan saliendo al encuentro en el camino.
Estoy agradecido del Señor por este "silencio" que me ha regalado. Sin lugar a dudas Él nos ama más que nadie en el mundo y espera impaciente nuestra respuesta llena de hambre y sed de Dios.
Mis hermanos y hermanas, que este Dios de la Vida les bendiga enormemente y les anime en sus trabajos pastorales, en sus búsquedas vocacionales, discernimiento, trabajos, estudios.
Sepan que tienen aquí un hermano servidor que ansía enormemente que sus vidas sean fecunda, llena de la Gracia del Señor.
Pronto retomaré mis reflexiones, y comentarios que publicaré en mi blogpad como he decidido llamarle.
Un abrazo en el Verbo que se hace pequeño para alimentar el mundo.
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