30.4.06

Opción, Compromiso y Voluntad

La opción por los pobres implica compromiso. Opción sin acción no es opción. Por eso es necesario que si hablamos de justicia, paz, de llevar el consuelo a los más necesitados, acercarnos a los marginados, etc (tantas otras cosas que decimos..), adquiramos un compromiso y de nuestra voluntad dependerá el cumplirlo o no.
Acabo de participar en un taller de Conferre (Conferencia de religiosos de Chile), entregado por el departamento de Justicia, paz e integridad de la creación (JUPEIC). El taller llevó como lema "¿en qué está la vida religiosa hoy?" y fueron tres días los que ocupamos, entre religios@s y laic@s, dialogando, cuestionándonos y buscando formas de seguir caminando con y por aquel que nos llama diariamente a seguir sus huel
las.
La voluntad es la respuesta a nuestro compromiso, la traducción de la opción que hemos hecho, pero ¿Dónde queda esta traducción de nuestra opción como religios@s? A veces parece que nos quedamos más en las ceremonias, parece que tuviéramos más hambre y sed de estructuras y rituales antes que justicia. Miramos poco lo que está pasando a nuestro alrededor. Pareciera que muchas veces preferimos mirar hacia arriba, como los discípulos en el momento de la ascensión. Sin embargo Jesús los envía, a predicar, a hacer (Mt 28, 16-20). Más que estar mirando siempre el cielo buscando a Dios, podríamos hacer, actuar y anunciar con nuestra vida, con nuestro testimonio el paso de Dios en nuestro pueblo, en el prójimo, en nosotros mismos. De la oración a la acción y viceversa. Pero pareciera ser que a veces es más cómodo escribir cosas “lindas”, decir frases “interesantes y profundas” o tener más presencia entre los pares, ser más reconocidos…

Como Iglesia poseemos una riqueza inmensa. Tenemos nuestras miserias, pero miremos los dones que Dios nos regala y testimoniemos con amor sincero, como Jesús que vino a dar vida en abundancia.

Como conclusión de nuestro taller en JUPEIC
de Conferre creemos que en primer lugar nos sentimos llamados a participar, trabajar e involucrarnos más directamente en las actividades del pueblo (Compromiso). Segundo, tenemos la tarea de recuperar la creatividad del Espíritu. Crear instancias de participación e información. Luego l@s religios@s debemos Nutrir la motivación lo cual significa no sucumbir ante la frustración e impotencia. Y finalmente tenemos que ser canales verdaderos de información (ser buenos comunicadores).

Dejemos de aplaudirnos a nosotr@s mism@s y miremos nuestra realidad latinoamericana, nuestra sociedad chilena, que pide el anuncio del Evangelio, pero ya no con un hablar excesivo, sino que también con un actuar, con compromiso, con voluntad.

Entonces ¿En qué está la vida religiosa de Chile hoy?

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