Abundancia, Sequedad, Campo
Álvaro Astorga H.
Mientras hubo abundancia, derroché.
Palabras, sueños, una y otra vez,
dimensiones dueñas de la vida…
…Y viví.
Sonrisas, caricias, amores,
salieronse una y otra vez de mi espíritu
fervoroso, amable y agradecido.
Mas cuando las palabras enmudecieron,
los sueños despertaron a la hostilidad,
y las sonrisas, las caricias y los amores
salieron al encuentro de la soledad,
la lluvia mojó tanto el campo
que la hierba comenzó a escasear.
Sequedad
¡Cuánto desee haber sabido
ocupar lo que Dios me permitió!
Pero los deseos de mis años jóvenes,
inexpertos, ingenuos, temerarios,
ansiosos, arrebatados, enamorados,
entre tantos otros endiosaron las posibilidades.
Abundancia…
Sequedad…
Campo…
Álvaro Astorga H.
Mientras hubo abundancia, derroché.
Palabras, sueños, una y otra vez,
dimensiones dueñas de la vida…
…Y viví.
Sonrisas, caricias, amores,
salieronse una y otra vez de mi espíritu
fervoroso, amable y agradecido.
Mas cuando las palabras enmudecieron,
los sueños despertaron a la hostilidad,
y las sonrisas, las caricias y los amores
salieron al encuentro de la soledad,
la lluvia mojó tanto el campo
que la hierba comenzó a escasear.
Sequedad
¡Cuánto desee haber sabido
ocupar lo que Dios me permitió!
Pero los deseos de mis años jóvenes,
inexpertos, ingenuos, temerarios,
ansiosos, arrebatados, enamorados,
entre tantos otros endiosaron las posibilidades.
Abundancia…
Sequedad…
Campo…
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