He regresado de mi retiro después de haber tenido un buen tiempo de reflexión. Algarrobo estaba helado el día viernes, habían unas nubes y ya estaba oscureciendo.
Bajamos las cosas (nuestras maletas, alimentos, etc...), que llevabamos para el fin de semana.
Ese día en la noche tuvimos una pequeña introducción de lo que sería el retiro y se nos dio a conocer el nombre bajo el cual se llevaría a cabo nuestra reflexión: "A la escucha del Espíritu".
Para mi fue muy preciso... yo llevaba algunos temas que debía conversar con Dios en un silencio radical y profundo y es asi como busqué la paciencia, docilidad y fortaleza para dejar que el Espíritu hablará y se moviera según la voluntad de Dios.
Entrar en el silencio no es nada sencillo... aprender a reconocer la voz de Dios es esencial para poder hacer un trabajo de meditación. Generalmente se mezclan los intereses propios, nuestros "demonios" o "sombras" aparecen intentando ocupar el lugar de Dios y pueden llegar a confundirnos...
Es asícomo el viernes en la noche salí a caminar por la orilla de la playa, escuchando el mar y rezando para que Dios habitara mi silencio, para que mis sombras se mantengan calladas y la voz de Dios las pudieran iluminar... es asi que recé el salmo 138 (Señor, tu me sondeas y me conoces...), que dejé escrito en este BloGpaD antes de irme a retiro.
Poco a poco la reflexión en el Espíritu me fue llevando a un lugar que yo no me esperaba: El Corazón de Jesús.
El sábado caminé durante todo el día, contemplando la palabra de Dios... buscando lo que Él quería señalarme, reflexionando sobre el corazón de Jesús...
En la tarde participamos con mi comunidad de la Eucaristía en una parroquia cerca de donde está nuestra casa, justamente un pasaje del Evangelio me llamó la atención y decía lo siguiente:
"Un prestamista tenía dos deudores:
uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta.
Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda.
¿Cuál de los dos lo amará más?"
San Lucas 7,36-50.8,1-3.
Ello me hizo avanzar en mi reflexión y medité esta parábola todo el resto del día y el domingo que terminaba el retiro...
Cuando comencé a escibir este post pensaba hacerlo sobre el Corazón de Jesús, pero preferí hablar primero de mi experiencia de retiro, para luego (en otro post), dar paso a mi reflexión en la cual mis sombras tuvieron un lugar importante...
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